Los que hacemos artesanías sabemos que hay que ser muy selectivo a la hora de hacer un regalo elaborado con tus propias manos. Es difícil encontrar a alguien que sepa apreciar las horas, el trabajo, la dedicación, la perseverancia y el cariño que hay que invertir para que salga una pieza. Nada más descorazonador que entregar algo a alguien que te dice que muy bonito y observar que tu obra pasa al grueso de otras prendas provenientes de cualquier inditex o similares. Este temor no lo tenía mientras tejía este chal para Natalia. Natalia es una artistaza de la aguja, que hace vestidos inspirándose en obras maestras de la Historia del Arte, bordando a mano sus motivos. Una pequeña muestra de sus primores la podéis ver aquí. Y como artesana que es, supo apreciar el regalo que le hacía. Una gran satisfacción para mí.
Baslace de Greta and the fibers. Más detalles, aquí.